visitas

Monday, October 1, 2007

Personajes que nunca mueren

“Okata” es una chica que fue muy especial durante mi etapa en la escuela dónde cursé bachillerato. No fue hasta el segundo año que la conocí. Físicamente, era atractiva y, sin tener que yo tuviera la menor idea, había sido símbolo y deseo de muchos de los compañeros de mi clase. De hecho, mi amistad empezó haciendo de interlocutor para un colega que estaba colado por ella. A partir de entonces, empezamos a cogernos confianza y a sentarnos juntos en algunas clases. Me encantaba ver cómo ella se lo pasaba pipa con mis payasadas y mis constantes sobadas en clase.

Probablemente, el hecho que tuviera una relación desde hacía más de 2 años, hacía que mi percepción hacia ella fuera únicamente de amistad. Era la primera vez que conseguía tener una amiga sin deseos de querer algo más. Cómo cabía esperar, mis sentimientos hacia ella fue transformándose lentamente. Empezaba a sentir cómo me irritaba que lo llamara su novio o su presencia me molestaba.

La situación se hizo insostenible y, sin ni siquiera pararme a pensar cómo le podría afectar a ella y haciendo de mi ego, un día me planté delante suyo y declaré todos mis sentimientos diciéndole que no podía continuar manteniendo una relación tan estrecha. A partir de entonces, fue un año y medio de “va y venes” constantes. Yo siempre quería algo más y ella quería mantener la amistad. Hasta que un día, finalmente presentándose delante de mi casa, ella se dio cuenta de lo mucho que representaba para su vida y por fin llego el ansiado beso. Un beso que recordaré toda la vida, me puse a temblar y el corazón se me estaba apunto de salir.

La relación apenas duro 3 meses. Siempre iba con miedo a cagarla con lo que decía ya que nunca antes había tenido una relación y no sabía cómo actuar en muchas situaciones. Ella en cambio era una experta y se percató enseguida de que no estaba siendo yo mismo, interpretando papeles todo el tiempo. Para no hacerme sufrir, decidió cortar conmigo. Al principió me afectó bastante pero coincidió con mi estreno en la universidad y al ver gente nueva, enseguida arrinconé las cosas del pasado.

De todos modos, durante casi dos años nos íbamos viendo y esporádicamente, manteníamos relaciones sexuales. Creo que tuvimos más relaciones separados que cuando estábamos juntos. Hubo algún intento de reconciliación pero yo siempre me negaba y ella tampoco estaba del todo segura.

Hacia casi dos años que no hablaba con ella y escasamente entablábamos cuatro palabras cuando coincidíamos en el bar de mi amigo “brother” (aún no he hablado de él y es uno de mis mejores amigos). Me enteré de que su padre tenía cáncer y comencé a preocuparme un poco más por ella, intentando aunque fuera preguntarle cómo estaba cuando la veía conectada al Messenger.

Cuando le comenté que había caído en una depresión clínica se preocupó mucho por mí. Yo también me dejé ayudar porqué se que ella me conoce requetebién y creía que me podría ayudar bastante. Okata ha dedicado la mayor parte de su vida a ayudar a los demás, de hecho, trabaja en una residencia de ancianos y les organiza actividades para que se distraigan durante el día. Aplicó el mismo concepto conmigo: me llevó al cine, fuimos a cenar un par de veces e incluso pasamos un día juntos en Port Aventura. Me monté en el Huracán Cóndor y tenía la sensación que me iba a matar. Ya sabéis que he tenido pensamientos autodestructivos. Pues bien, seguro que jamás me tiraré de un balcón.

Desgraciadamente, el jueves su padre pasó a mejor vida y el sábado tuvo lugar su entierro. Aunque no sintiera nada, acudí a la ceremonia porque sabía que okata quería verme allí. Al finalizar la ceremonia, cuando Okata me vio y se me lanzó a los brazos llorando que sería incapaz de superar esto. A mí tan sólo se me ocurrió decir “has de ser fuerte y me tendrás a mí siempre que lo necesites para seguir adelante”.

Fue un momento muy duro porqué no sentía nada y no experimenté ningún tipo de emoción. Pero Okata es una persona con un corazón inmenso, que ama a la gente que rodea y haría lo que fuera por sus amigos. Es feliz ayudando a los demás y conmigo siempre se ha portado fenomenal y yo en cambio, he abusado de ella muchas veces y la he incluso maltratado verbalmente. Aunque no sienta nada, voy a estar presente siempre que me necesité y no la abandonaré jamás. Dónde quiera que vaya, Okata se ha ganado un lugar en mi corazón (en parálisis).

De la ceremonia, me quedé con unas palabras del cura. Lo que realmente importa en esta vida es querer y amar. Cuando te vas, es lo único que queda. No serás recordado por el dinero que tengas, por lo inteligente que seas o por tus logros. Eso es privilegio de muy pocos. El resto, serán recordados por ser buenas personas, por lo que hayas hecho por los demás y tu capacidad de amar.

No comments: